jueves, 20 de noviembre de 2008

Curl Jung Teoria de los arquetipos (Mandalas)


Uno de los padres de la psicología, Carl Jung, utilizo los mandalas en terapias siquiátricas con el objetivo de alcanzar la búsqueda individual de cada uno de sus pacientes.

Jung elaboró una teoría sobre la estructura de la psiquis humana, sosteniendo que los mandalas representan la totalidad de la mente abarcando tanto el conciente como el inconsciente.

Según la psicología, los mandalas representan al ser humano. Interactuar con ellos es un poderoso instrumento para sanar las fragmentaciones psíquicas y espirituales, ayuda a manifestar la creatividad y a reconectarnos con nuestro ser esencial.

Crear mandalas e interactuar con ellos, ya sea a través de la meditación o con la simple observación, abre puertas hasta el momento desconocidas, dejando que brote de forma libre y natural la sabiduría interior.

Psicológicamente la forma en que se dibuja y/o pinta un mandala tiene un simbolismo especifico. Así, cuando se comienza desde el centro hacia fuera se hace presente una exteriorización de las emociones mientras que, de afuera hacia dentro, es la búsqueda del propio centro y la asimilación del conocimiento, la que se hace presente.

La creación de mandalas es una meditación activa que nos conecta con nuestra propia esencia, permitiéndonos expandir la conciencia y mejorar la comunicación con el mundo.

Su minucioso trabajo desarrolla la paciencia y la constancia de una manera progresiva y segura, despertando los sentidos, mostrándonos aspectos propios hasta el momento desconocidos... a medida que se avanza en la creación o meditación sobre un mandala, se comienza a escuchar la voz de nuestra intuición, desarrollamos de esta forma, la capacidad de curarnos física y psíquicamente, desarrollamos la auto aceptación y la auto observación de una manera natural e intuitiva.

Quien realiza o medita sobre un mandala, emprende un viaje en el cual descubre que cada parte del mandala forma parte de un todo, que cada parte del universo forma parte de uno mismo, descubriendo de esta forma una integración, un equilibrio unificador.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Yoga para los bebes

El Yoga y sus innumerables variantes nos proponen alternativas para todos los seres humanos. Muchas veces, algunos padres se asustan cuando se diagnostica alguna enfermedad para el futuro bebé. Existen diversas formas y tratamientos alternativos para poder estimularlos. Lo importante,

al estar prevenidos, es no asustarse pero sí saber que una vez nacido se puede recurrir a distintas maneras para que tenga un mejor desarrollo durante su vida. Eso es lo primero que se debe hacer apenas nos enteramos de las cosas, la ciencia avanza y las distintas opciones y propuestas también van en aumento. Sigamos siempre las indicaciones del médico y hagamos tantas consultas como consideremos necesarias.

El Yoga puede ser introducido a partir del primer día de vida como método de estimulación para bebés con síndrome de down, problemas neurológicos, parálisis cerebral u otras patologías más simples como un cuadro de hipotonía muscular leve o severa .Como así también con niños más grandes, no importa la edad que tengan, que presenten diagnósticos similares o simplemente problemas de aprendizaje, de memoria: desde lo más simple o lo que parezca mas complicado, el yoga ayuda. Nunca es tarde. En todos estos casos el trabajo es inducido por lo que es imperativo que los padres concurran a las sesiones para poder aprender los distintos ejercicios que luego ellos aplicarán para poder complementar el trabajo en sus casas. Como todos los casos son distintos, no existe ni una receta mágica ni standard: se elabora un programa de trabajo conforme a la historia clínica de la persona estando permanentemente en contacto con mi grupo interdisciplinario de profesionales de la salud y/o con los del bebé o niño.

Lo primero que le recordamos a los padres de recién nacidos durante la primera sesión son estas palabras que se leen y se las entrega a ellos por escrito para que lo tengan presente durante todo el tiempo que vamos a trabajar juntos:

"Antes que nada demos la bienvenida a este nuevo ser que ha llegado al mundo. Una nueva vida que ha de ser tratada con el mismo amor que ha sido concebida. Al cortarse el cordón umbilical, lo convierte en un ser independiente, único, donde sólo, hay que aprender a escucharlo y a estar atentos a sus necesidades (no a las nuestras). Con sus llantos, comenzamos a entender parte de ellas y nos solidarizamos, atendiéndolo. Siempre hay que hablarle con dulzura empleando palabras lindas, armoniosas manifestándole permanentemente nuestro amor, y cuánto lo queremos. Es primordial expresarle nuestros sentimientos más puros hacia él. Nos entiende, nos escucha. Sabe así que lo queremos y de esta manera se siente contenido. Acompañémosle con una buena música: dejemos que él mismo la elija. Comenzamos así de esta manera, a poner en práctica su poder de decisión o elección propia. Demostrémosle también con nuestras palabras y acciones que este tiempo es muy valioso con él. Busquemos también un lugar propicio, si es posible bien ventilado, aireado, con luz tenue y otra vez permitámosle ejercer su poder de elección: si no está cómodo en el lugar escogido, se debe cambiar obedeciendo a sus necesidades. Para evitar riesgos de caídas usemos el piso como se hace en todas las clases de yoga convencionales. Debemos relajarnos todos en este instante, es un momento único entre él y nosotros."
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