miércoles, 28 de octubre de 2009

EL YOGA Y COLUMNA VERTEBRAL


La columna vertebral es el eje del cuerpo,y es la estructura principal para sostener el peso del cuerpo humano.


Cuando cualquier vértebra se encuentra fuera de posición, afecta a los músculos y nervios de esa área y también a los órganos internos asociados con ella.
Las vértebras individuales pueden desalinearse ya sea por tensión muscular, estrés emocional, mala postura, falta de movimiento, caídas o accidentes o desviación de la pelvis. Cuando la columna se encuentra desalineada comienza un círculo vicioso, porque crea tensión muscular en un área y requiere que las otras partes de la espalda trabajen más para compensar el esfuerzo generado en el área primaria.


Está compuesta de 33 vértebras, 7 correspondientes al cuello (cervicales), 12 al tronco (torácicas), 5 a la porción inferior de la espalda (lumbares), 5 fusionadas con la pelvis(sacro) y 4 ó 5 que forman el hueso terminal (cóccix). La columna protege la médula espinal y evidencia la juventud y la salud de una persona.

Al estirar sistemáticamente el cuerpo en todas las direcciones, sin embargo, usted podrá liberar esas tensiones y ayudar a que la columna se mantenga derecha.

Cuando está sana y flexible, puede funcionar apropiadamente, y lo logra con facilidad.
Resulta una intricada pieza de construcción que realiza una enorme variedad de trabajos.
Gracias a ella, podemos pararnos, caminar, agacharnos, tiramos hacia atrás, hacia los costados, giramos, levantamos objetos pesados o dormimos encogidos. Soporta el peso
del cráneo, una carga más dura de lo que podemos imaginar, los brazos , las costillas y él
resto de la parte alta del cuerpo.


Finalmente pueden producirse deterioros serios. Podemos detener esta degeneración mediante la práctica de yoga, el método más notorio para desarrollar y mantener la fortaleza , equilibrio y flexibilidad de la columna.

La gente que práctica yoga tiene columnas extraordinarias. Las vértebras son claramente distinguibles y están alineadas. Los ejercicios pueden fortalecer y relajar los músculos espinales, armonizando toda la columna vertebral.
El modo de incrementar la eficacia de estos ejercicios es trabajar simultáneamente con la respiración, para establecer un ritmo que permita relajar los movimientos.
Hay dos principios muy importantes relacionados con la flexibilidad de la columna.

Primero, debe ser estirada en sus seis direcciones posibles: inclinación hacia delante, hacia atrás, hacia cada lado y giro hacia cada lado. Esto crea un equilibrio y simetría en la columna vertebral.

Segundo, cuando práctica un ejercicio que estira la columna en cualquier dirección, asegúrese de realizar seguidamente un ejercicio que la estire en la dirección opuesta. En otras palabras después de hacer una postura, haga una contra-postura como equilibrio complementario. La postura del arado, por ejemplo, flexiona la columna hacia adelante. Para equilibrarla, usted debe seguir con la postura de la cobra, que la flexiona hacia atrás.

DESARROLLO

Podemos enfocar este tema desde dos antiguos métodos holísticos como son : la digito-presión y el yoga.
Ambos sistemas relajan la tensión muscular y equilibran las fuerzas vitales del cuerpo.

El yoga logra esto al controlar la respiración al tiempo que mantenemos el cuerpo en ciertas posiciones (asanas).
La energía vital circula a través de los canales llamados nadis.

La digito-presión logra el mismo efecto al manipular directamente la energía vital a través de un sistema de puntos y meridianos. Los meridianos son los canales a través de los cuales fluye la energía vital y los puntos son los lugares donde se puede actuar sobre esta energía.

En yoga se llama prana a esta fuerza vital o energía, mientras que en la digito-presión se conoce con el nombre chino chi.

Los ejercicios pueden fortalecer y relajar los músculos espinales, armonizando toda la columna vertebral.
La siguiente serie de ejercicios provee de energía a casi todos los 31 pares de nervios espinales que se relacionan con todas las partes del cuerpo. La serie está diseñada para trabajar desde la base de la columna hasta el punto más alto, para promover su flexibilidad y elasticidad.

Estiramiento cruzado
De pie y separando las piernas unos sesenta o noventa cm. Levante los brazos a la altura de los hombros, de modo que queden paralelos al piso, e inhale.
Exhale, llevando la mano derecha hacia la rodilla, pantorrilla, tobillo o pie izquierdo, según la posición que le resulte más cómoda. Lleve el brazo y la mano izquierda hacia arriba. Mire su mano izquierda apuntando hacia el cielo. Mantenga sus piernas bien estiradas. Inhale y vuelva a la posición inicial.
Exhale, esta vez llevando la mano izquierda hacia el tobillo derecho y llevando la mano derecha hacia arriba. Mire su mano derecha y estírese. Continúe por un minuto alternando los lados.

Rueda de agua
Manténgase de pie cómodamente y separe los pies unos treinta cm. Apoye las palmas de las manos en la parte inferior de la espalda, con la punta de los dedos hacia la columna.
Inhale y arquéese suavemente hacia atrás, sosteniendo la parte inferior de la espalda con las manos.
Exhale y al mismo tiempo deje caer la espalda hacia delante, permitiendo que cuelgue. Los hombros deben relajarse, caer libremente y quedar colgando.
Continué por un minuto siguiendo su propio ritmo, inhalando arriba y exhalando abajo.
Sienta como la columna flexiona en ambas direcciones y como el cuerpo pesa cuando oscila hacia atrás y hacia delante.
Beneficia la región lumbar y también alivia tensiones en la pelvis.

El gato
Arrodíllese, sosteniendo el torso sobre los brazos extendidos, a la altura de los hombros y las piernas abiertas el ancho de las caderas, en la postura del gato. Levante la cabeza y arquee la columna a medida que inhale. Cuando exhala, deje caer la cabeza hacia delante al tiempo que arquea la espalda hacia arriba. Relaje el cuello y la cabeza completamente.
Continué por un minuto, sintiendo como las vértebras se mueven en ambas direcciones.

Paseo en camello
Siéntese con las piernas cruzadas, manos sobre las piernas cerca de los tobillos.
Inhale, arqueando la espalda y llevando el pecho hacia arriba. Exhale mientras deja caer el peso del cuerpo sobre el cóccix (base de la columna).
Continué por un minuto, respirando por la nariz, inhalando hacia delante y exhalando hacia atrás. Mantenga la cabeza relativamente estacionaria mientras la parte inferior de la columna se mueve en ambas direcciones. Los movimientos no deben ser bruscos sino elegantes.
Para finalizar, aspire profundamente y contenga la respiración. Céntrese con los ojos cerrados y la columna erguida. Suelte el aire muy suavemente y permanezca sentado en silencio durante un minuto.
Este ejercicio fortalece la columna de un modo que ayuda a sentarse derecho por largos períodos de tiempo durante las meditaciones. También ayuda a desarrollar el suministro de energía acumulada en el cuerpo.

Estiramiento del nervio ciático
Siéntese en el piso con las piernas bien abiertas. Tómese de la parte inferior de las pantorrillas, donde usted sienta que el estiramiento es cómodo. Mantenga las piernas bien estiradas durante todo el ejercicio, apretando el hueco de las rodillas contra el piso
Inhale, estirándose hacia arriba y enderezando la columna. Levante el pecho lo más que pueda respirando suave y profundamente.
Exhale inclinándose hacia la izquierda con la cabeza dirigida hacia la rodilla izquierda.
Inhale, estirándose hacia el centro nuevamente.
Exhale inclinándose hacia la derecha apuntando a la rodilla derecha con la cabeza.
Continúe por un minuto. Establezca un ritmo elegante pero vigoroso.

Giros de columna
Arrodíllese y luego separe las rodillas levemente. Los glúteos pueden quedar apoyados sobre los pies o bien cerca del piso, entre los pies.
Apoye las manos sobre los hombros, con los dedos hacia delante y los pulgares hacia atrás. Los codos deben apuntar hacia ambos lados y estar paralelos al piso.
Inhale y gire el cuerpo hacia la izquierda, luego exhale y gire hacia la derecha.
Continúe por un minuto, haciendo que la cabeza acompañe el movimiento del resto del cuerpo. Sienta cómo su columna gira en ambas direcciones. Termine el ejercicio juntando las palmas, llevándolas al centro del esternón y respirando profundamente.

Postura de estiramiento
Siéntese en el piso y junte las piernas adelante. Mueva los pies, relajando las articulaciones de las rodillas y tobillos. Deje caer el cuerpo hacia delante. Deje caer la cabeza y permita que se menee un poco. Relaje la cabeza y cuello.
Sujétese a la parte inferior de las piernas o los tobillos, manteniendo las rodillas estiradas las piernas juntas.
Sienta la respiración. Deje que el cuerpo caiga con todo el peso hacia delante y hacia abajo, y comience a inspirar en forma larga, profunda y consciente. Con cada aspiración el pecho se levantará un poco. La fuerza de la gravedad hará que su cuerpo baje un poco con cada exhalación. Mientras se relaja en esta posición, podrá inclinarse hacia delante un poco más con cada respiración sin esforzarse demasiado, simplemente dejando que la gravedad haga su trabajo.
Controle su cuerpo: asegúrese de que los hombros, cuello y cabeza están completamente relajados. Después de un minuto, inhale y vuelva lentamente a la posición inicial de sentado.

Flexión de la parte superior de la espalda
Siéntese con las piernas cruzadas como en la posición del “paseo en camello”, pero ésta vez sujétese a las rodillas firmemente, con los codos extendidos.
Inhale y arquee el pecho hacia arriba y hacia delante. Exhale mientras se deja caer hacia abajo y atrás.
Continúe moviendo la columna en ambas direcciones por un minuto.
Finalice el ejercicio inhalando profundamente, sentado en posición erguida. Cierre los ojos y relájese por un minuto.

Alas en los hombros
Este último ejercicio es para relajar la tensión de los hombros. Si siente hormigueo en algunas partes del cuerpo o está un poco mareado, como ocurre con frecuencia, eso indica que más oxígeno y nutrientes están entrando en su cerebro.

Siéntese cómodamente con las piernas cruzadas y apoye las manos en las rodillas.
Inhale y empuje los hombros hacia las orejas.
Exhale dejándolas caer y relájese.
Cierre los ojos y concéntrese en la respiración mientras continúa con el movimiento de hombros y la respiración por un minuto.

Luego de esta serie realice una relajación profunda acostándose sobre la espalda por el término de diez minutos. Respire profundamente dentro del estómago, permitiendo que todo el pecho y el abdomen se relajen. Relaje toda la espalda. Relaje pies y manos, piernas y cadera. Relaje brazos y hombros. Rote la cabeza, y relaje el cuello . Relaje cara y cabeza. Respire profundo varias veces. Relajase totalmente .

HATHA YOGA

Mencionare ahora una secuencia de asanas que permite flexibilizar la columna vertebral en todas sus direcciones, descongestionando los nervios espinales, tonificando todos los músculos del cuerpo e intensificando la circulación energética.
1) Columna
2) Palmera
3) Estrella
4) Sauce
5) Triangulo
6) Pinza de pie
7) Montaña
8) Conejo
9) Diamante
10) Velero 1 y Velero 2
11) Conejo
12) Cobra
13) Soga ventral
14) Medio Saltamontes
15) Arco
16) Capullo
17) Soja dorsal
18) Triangulo acostado
19) Vela
20) Arado
21) Pez
22) Hamaca
23) Bastón
24) Pinza sentado
25) Torsión sentado
26) Araña

CONCLUSIÓN

La práctica diaria es la base para la conservación de la salud. Las posturas antes mencionadas trabajan en todos los niveles de la columna, desde el sacro hasta la vértebra cervical más alta, donde descansa el cráneo.

La salud y la belleza dependen de la flexibilidad de la columna. Si ésta es flexible y está alineada, el resultado se traduce en todo el cuerpo. Si la tiene bien flexible, tendrá un cuerpo joven, en cambio su rigidez es un signo de envejecimiento.


La belleza es el reflejo de una armonía interior y buena salud.

fuente : yokakai

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